Historia del Tiffany
Louis Tiffany, hijo del famoso joyero de Nueva York cuyo prestigio persiste, era un hombre de muchos talentos. Comenzó la pintura y el interiorismo, antes de expresar su arte del vidrio que le daría la fama internacional.
El nombre de Tiffany es sinónimo de lámparas que incorporan su arte revolucionario y el movimiento Art Nouveau de principios del siglo XIX.
Hoy en día se sigue fabricando este cristal en diversos talleres. La fabricación de una lámpara es y seguirá siendo artesanal.
Cada pedazo de vidrio se corta cuidadosamente y rodeado por una lámina delgada de cobre que finalmente se suelda con estaño.
El valor de una lámpara de Tiffany depende del número de piezas de vidrio utilizado y su calidad así como de las horas de mano de obra para realizar la pantalla.
Ser propietario de una lámpara de Tiffany creado en la tradición Tiffany es poseer una joya de color translúcido, brillante y opalescente. Todo un placer para ojos.
Por otra parte, este arte se ajusta a todos los estilos. Suspendido en un dormitorio, una cocina o hasta en un cuarto de baño. Ideal para cervecería, restaurante, Púb. y discotecas.
Buen descubrimiento y buena elección.